BENNY MORÉ
BARBARO DEL RITMO
Por Oscar Jaime Cardozo Estrada
Director de Planeta Salsa
planetasalsa@gmail.com
Un año más de recordación en la fecha de fallecimiento del Benny Moré, “El Bárbaro del Ritmo”, el 19 de febrero de 1963 acaecido en La Habana, CubaORIGEN:
Benny Moré tenía un ímpetu que nadie podía derribar. Seguramente sus genes así lo exigían. Era descendiente directo del rey de una tribu del Congo. Su tatarabuelo, Gundo, príncipe heredero del trono, fue capturado por esclavistas ingleses, quienes lo llevaron a Cuba. Allí lo vendieron a un gran terrateniente, llamado Ramón Paredes. El esclavo, pasó a llamarse “Ta Ramón Gundo Paredes”. Luego es vendido al Conde de Moré y le pusieron un nuevo nombre: Ta Ramón Gundo Moré. Gundo se enamora de una esclava, Julia Moré, también de propiedad del Conde, con la que tendría una hija a la que llamaría Julia. Gundo muere y su compañera Julia Moré, inicia una relación sentimental con el coronel del ejército libertador cubano Simeón Armenteros y Calvo, de mediados del siglo XIX. Con él tiene seis hijos: Patricia, Bernabé, Tomás, Felipa, Chiquitica y Sofía, pero el padre no les dio el apellido, por lo que tuvieron que llevar el apellido Moré, de su madre. Patricia, la mayor, inició una relación con un mercader español. Fruto de esta relación nacieron cuatro hijos: Ofelia, Felipe, Julia y Virginia. Igual que con el coronel, el padre no los reconoció por lo que siguieron llevando el apellido Moré. Virginia, la menor, empezó una relación con un mercader de la región de nombre Silvestre Gutiérrez, con quien tiene un hijo al que llamó Bartolomé Maximiliano, el gran Benny Moré. Benny sería el mayor de 18 hermanos.
Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez, Benny Moré, arribó a este mundo un 24 de agosto cuando corría el año 1919. Sucedió su nacimiento en el centro de la Isla, en la región conocida como Las Inquietas Villas, o también como Santa Isabel de las Lajas, actual provincia de Cienfuegos, en Cuba.
Como sucede con la gran mayoría, por no decir con todos los artistas, Moré nació de cuna pobre. Durante varios años fue cortero de caña trabajando largas jornadas en los ingenios azucareros, bajo el sol canicular del Caribe.
Nunca tuvo instrucción académica sobre música. Su primera guitarra, si se puede llamar así, la construyó él mismo con una tabla y seis cuerdas.
Haber nacido en el centro de la isla le dio la posibilidad de asimilar las costumbres bailables y de la cancionística en general, tanto de oriente como de occidente. De oriente hizo suyo el son montuno y la trova. De occidente se apropió de la rumba, el mambo, el guaguancó y el chachachá. Con ese arsenal de ritmos en su garganta y en su forma de lograr arreglos, pudo enfrentarse verso a verso con el bolero, que llegó a su vida para nunca partir.
Pero es que Benny tenía con qué. Su voz única e irrepetible entonaba canciones sacando voz, no de la garganta ni del estomago, la sacaba desde el alma. Sin saber leer música dirigió a maestros consumados y graduados en las diferentes academias musicales, llegando a tener una de las big bands más importantes de Cuba, la inolvidable Banda Gigante.
Quien lo vio recorriendo La habana con su guitarra debajo del brazo, tocando en restaurantes y cafetines de la ciudad, pasando el sombrero y diciendo “Coopere con el artista cubano", nunca llegó a imaginar lo alto de la cúspide a la que llegaría.
Sólo hasta que decide aventarse y participar en el famoso programa ”La Suprema Corte del Arte” que se emitía en la radio CMQ, y que le daba la oportunidad a cantantes aficionados, es que Benny empieza a tener figuración. Participó y ganó.
Después cantó de planta en la emisora 1010, con el Septeto Cauto.
Cuenta la historia que Don Miguel Matamoros estaba disfónico, y le pide el favor a Mozo Borgellá, que era el director del septeto Cauto, para que le preste su vocalista Bartolo, como también le decían a Moré. Lo convoca para que participe en su conjunto al lado de los cantantes Siro Rodríguez y Rafael Cueto, del pianista Ramón Dorca, de los trompetistas José Macúias y José Quintero, del contrabajista Cristóbal Mendive y del bongosero Agustín Gutiérrez, con la dirección de Matamoros.
Con el conjunto Matamoros viaja a México, país donde decide quedarse a vivir unos años. Aquí realiza importantes grabaciones participando como vocalista en importantes orquestas como la de su compatriota Dámaso Pérez Prado con quien graba éxitos como Bonito y sabroso, Pachito e che y Dolor Carabalí, que Benny consideraba una de sus mejores composiciones, a tal punto que no quiso volver a grabarla. Con el rey del mambo, Dámaso Pérez Prado, Benny cautivó tanto a su público que éste empezó a llamarlo “El Príncipe del Mambo”.
Cuando el Conjunto Matamoros termina sus contratos y se alista para regresar a Cuba, Moré decide que él se queda en ese país. Rafael Cueto jocosamente le dice "Está bien, pero recuerda que en México le dicen bartolo a los burros. Quédate, pero cámbiate el nombre". A esto responde Moré: "Desde hoy me llamaré Benny, Benny Moré”.
Viviendo en México, el sindicato de Músicos Mexicanos, empezó a presionar para que los que no pertenecieran a él, no pudieran trabajar. Nacional o extranjero, la ley era para todos. Benny estaba muy mal y pasando trabajos. Incluso cuentan que para poder comer tuvo que vender su tiquete de regreso a Cuba. Un conocido suyo Clemente Piquero "Chicho", le ayuda a que el sindicato de artistas le otorgue un permiso para poder trabajar. Ya con el permiso realiza la primera actuación en el cabaret Río Rosa, donde conoce a Lalo Montané con quien conforma el Dueto Fantasma, siendo acompañados por la orquesta del cubano Humberto Cané y la del mexicano Ángel Flores. Pegaron grandes éxitos: Mucho corazón, Encantado de la vida, Desdichado y otros.
En Cuba nuevamente, en La Habana trabaja en la emisora RHC Cadena Azul, con la orquesta del pianista Bebo Valdés. En horas de la tarde estaban varios músicos y el presentador del programa, parados en la esquina de la emisora. Pasó una mulata hermosa y Benny exclamó, “Qué Bárbara”, por lo que el animador respondió, “que va Compay, el bárbaro es usted”. Así quedo todo, y esa noche en pleno programa, el animador, que se llamaba Ibraín Urbino, presenta a Benny como el “Bárbaro del Ritmo”, calificativo con el que se conoce desde entonces.
A Benny le ofrecieron grabar con la Sonora Matancera para el sello Panart, pero rechaza la oferta. No le gustaba la Sonora. En 1952 accede a grabar con la orquesta Aragón del maestro Rafael Lay.
Tuvo muchos problemas con el alcohol, sin embargo después de varias crisis, tomó la decisión de no volver a ingerir licor. Lastimosamente, el 16 de febrero de 1963, tres días antes de su fallecimiento, en una presentación en Palmira, ingiere licor, lo que lo lleva a un profundo coma hepático que al final lo conduce a despedirse de este mundo de glorias y admiradores.
Con esto hay una anécdota. Muchos habitantes de nuestra Palmira Señorial, dicen orgullosos que el Benny Moré se presentó en su ciudad. La confusión radica en que Moré sí actuó en Palmira, pero en Palmira Cuba, municipio de la provincia de Las Villas.
