FRANK GRILLO… MACHITO
Por Oscar jaime Cardozo Estrada - Planeta Salsa.
En la dorada época del Palladium o El Cabo Rojeño se paseó por la Nueva York sesentera, la melodía proporcionada por emocionantes big bands de sabor latino, con un poco de jazz y blues, que se presentaban noche a noche, poniendo a disfrutar a bailadores de traje completo, corbata a la moda y zapato de charol. Veinte años antes de esa época había llegado de Cuba un músico mulato de baja estatura, de sonrisa abierta, pelo engominado y cejas pobladas. Se trataba de Francisco Raúl Gutiérrez Grillo “Machito”, o Frank Grillo, como también se le conoció, nacido en La Habana, el 3 de diciembre de 1906, en el hogar de una campesina y de un torcedor de tabaco.
En su Cuba natal, por allá en la década de los años 30, había actuado con muchas de las orquestas de baile más conocidas. Entre esas orquestas podemos contar al Sexteto Occidente de María Teresa Vera y el Septeto Nacional de Cuba del insigne Ignacio Piñeiro. Estando en el septeto conoció al compositor, arreglista e intérprete de varios instrumentos, Mario Bauzá Cárdenas, que después sería su cuñado, al contraer nupcias con Estrella, una de las hermanas de Machito.
Otra de las hermanas de Frank Grillo fue la gran cantante Graciela
Pérez, magnífica intérprete del son y el bolero, que se inició en la orquesta femenina ‘Anacaona’ en Cuba, emigrando luego a Nueva York en 1940, siendo luego por treinta y cinco años integrante de la gran Orquesta.
Su viaje a Nueva York
La situación se complicó en Cuba y se recibían noticias que en Nueva York había muy buenas oportunidades. Estaba tan apretada la situación, que algunas lecturas narran que Grillo y Bauzá, tuvieron que buscar una fuente de ingresos adicional, por lo que se les vio trabajando juntos, como mecánicos en la compañía de autos Dodge.
Viaja Machito a la ciudad de Nueva York el 16 de octubre de 1937. De inmediato empieza a buscar trabajo, encontrándolo en el grupo La Estrella Habanera, donde actúa como cantante. Posteriormente graba con el "Cuarteto Caney" y con la Orquesta Hatuey.
Seguían luchando Mario Bauzá y su cuñado Machito, y no encontraban algo que realmente les diera la estabilidad que requerían. En 1941 participaron en una audición en la que también participaba un muchacho que tocaba la batería, de nombre Anthony Ernest Puente,
que después se conocería como Tito Puente. Allí los tres, Mario, Tito y Machito realizaron sus primeras grabaciones "Sopa de Pichón" y "Tingo Talango”.
De estas primeras grabaciones, se inspiraron Machito y Bauzá para combinar su música cubana con los sonidos nuevos del jazz de Nueva York. Fue a Bauzá a quien se le ocurrió el término "Afrocubano" para bautizar el ritmo.
A mediados del año 1943 grabaron "Tanga", tema que es considerado como el primer jazz afrocubano grabado en la ciudad de Nueva York.
Después de este suceso, la unión de Bauzá y Machito, y su orquesta, fue llamada como 'Machito y sus Afrocubans'.
Llegaban los años 60 y se impuso en la ciudad de Nueva York, por corto tiempo, la pachanga, ritmo que venía de Cuba de la mano de José Antonio Fajardo y sus Estrellas. Se imponía de manera decidida la interpretación de la música popular bailable, con formatos orquestales de charanga. Era el violín y la flauta los instrumentos protagonistas. La gran mayoría de bandas cambiaron su estilo y se pasaron a tocar como charangas. Quizá uno de los pocos que no lo hizo y siguió apostándole a los grandes formatos o big bands, fue Machito, con su orquesta los Afro-Cubans, donde la protagonista era la gran sección de metales, y como no, si estaba comandada por su socio, cuñado y además director musical, Mario Bauzá, quien además de compositor, era saxofonista, clarinetista y trompetista, mientras que Machito era el director,cantante y además ejecutaba las maracas.
Bauzá estaría con Machito durante 35 años, hasta el día de su fallecimiento en Manhattan, Estados Unidos, el día 11 de julio de 1993. Fallecido Bauzá, el hijo de Machito, Mario Grillo, entró a remplazarlo.
Era una amalgama de talentos, creatividad y praxis musical. La música que concibieron ha sido sencillamente fantástica y mágica.
Todo esto llevó a que obtuvieran un reconocimiento a su obra, al ganar en el año 1983 un Premio Grammy en la categoría de Mejor
Grabación Latina.
Su fallecimiento
En el año 1984 viajó a Londres para cumplir una presentación en el Ronnie Scott's Club. Lejos estaba de imaginar que sufriría un infarto cardíaco en pleno concierto, que cinco días después le ocasionaría una hemorragia cerebral, que le causó la muerte. Era el 16 de abril de 1.984, día en que se apagaba para siempre la voz y el talento de uno de los más grandes exponentes, además de uno de sus creadores, del jazz afrocubano.